Óvalo es el espacio en el cual puedo crear y comunicar desde la mente curiosa y creativa,
Los objetos se han ido transformando con el tiempo en mi lenguaje, en el que mi naturaleza encuentra lugar.
La búsqueda de eso, es para mi una necesidad.
Óvalo nace de esa necesidad, materializar mi visión, es el cómo quiero relacionarme y vivir.
La creación es para mi un hambre insaciable, de curiosidad genuina y muy variada, no sigo una sola línea, me reconozco en la diversidad, y eso en un mundo que exige claridad, postura definida, showoff, estrategia, estética sin alma, espiritualidad sobreexpuesta, Lo creado solo para ser mostrado y frases que no sostienen nada, me han hecho sentir vulnerable, pero en esa vulnerabilidad encontré mi coherencia.
Óvalo en esencia es un espacio muy real, para almas románticas.
Es mi forma de estar en el mundo. Una forma de oponerse sin gritar, sino con entusiasmo. Es una parte de mí que se expone y se atreve a recibir el intercambio de ser vista.
Beatriz Fabres.
The dreamer is not inside the dream. The dream is inside the dreamer.
Team Óvalo.
Matilde Prado es una orfebre chilena que vive en Barcelona.
A sus 22 años, lleva la joyería en las manos y en el alma. Su forma de trabajar une fuerza y precisión, enfoque y determinación -una combinación que sostiene y enriquece el alma del taller.
Trabaja junto a Beatriz Fabres en la producción, sosteniendo el pulso de Óvalo, manteniendo viva la energía que da forma a cada colección.
Matilde encarna el mismo espíritu que da vida a la marca, y con esa esencia compartida su trabajo es creativo, arraigado y garantiza que la Visión de Óvalo tome forma: un alma en sintonía con el proyecto desde sus inicios.